miércoles, 13 de julio de 2011

Engaku-ji



El tren, que durante media hora se arrastraba chirriante por la herrumbrosa via, vomito en un segundo a sus difuminados pasajeros, y con ellos mis maltrechos huesos, que lejos parecia ya la ciudad del Oxido, mi querida y odiada Osaka, en aquel cartel se podia leer en Hiragana 'Kitakamakura' un santuario de gigantescas secuoyas se erguia orgulloso ante nosotros, tal era su verdor y frescura que me hacian preguntarme de que sustancia primigenia se nutrian, el asfalto, el tiempo, las maquinas?, todo aquello parecia un lejano suegno, era esto el nirvana?

Sin pensarlo, me adentre en el descomunal bosque para acceder al primer templo de Kita-kamakura, Engakuji, en ingles podia leerse que se construyo durante la guerra contra los mongoles en 1282, centro de meditacion, y del estudio del zen durante el period Koan.

Aqui deje de leer, mientras me dirijia hacia aquel desgastado mausoleo de madera milenaria, el tiempo y todo lo demas desaparcio, mire hacia dentro y ahi estaba, mirandome, aquella femenina representacion de buda, mecanicamente saque los lapices y empece a dibujar, a diluirme en las entranas de aquella colosal frondosidad, al cabo de un buen rato termine el dibujo empapado por la humedad, recogi los bartulos y me diriji a la entrada del recinto, donde compre una refrescante lata de cafe "Boss", mientras bebia el sabroso brebaje, recorde mi nignez, mis infantiles ensonaciones con aquel mitico extremo oriente, y sus lejanas criaturas, por un momento pense que tal vez en aquella epoca, en aquella lejana tierra que yo ahora pisaba, otro nigno imaginaba como seria la mitica Europa, quizas nuestros suegnos se entrecuzaron, aunque...un momento, yo no sognaba, yo estaba alli, en las entragnas de aquel milenario bosque, a las puertas del sagrado Engaku-ji, en la mil veces sognada tierra del sol naciente.

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